La evaluación de aprendizaje.
Introducción:

En
dicho proyecto descubrí las maneras inadecuadas de evaluar, las ventajas y desventajas de evaluar. La
evaluación debe ser de manera objetiva y no tratando de agregar conocimientos
que no son necesarios o bien conocimientos que jamás los alumnos volverán a
recordar. Existen muchas manera de evaluar y no simplemente la evaluación un
test que equivale a un 70% de tu calificación, sin contar que tanto
participaste o que tanto tu aprovechaste tus clases.
Los
maestros de hoy deberían de implementar exámenes donde evalúan desde
habilidades mentales, físicas, o destrezas, que evalúan todas las competencias
que el niño desde su niñez lo tienen o bien que está desarrollando en el nivel
primaria.
Es
importante observar la diferente evaluación y que momento es necesario
implementar, no es justo que de un examen dependa todo tu carrera o tu futuro
profesional, como lo son los exámenes de admisión de la UDG donde se evalúan
por medio de un examen.
Como
en la lectura se refiere: el poder que domina el proceso evaluador es tan
grande que permite atribuir causalidades arbitrariamente, catalogar éticamente,
justificar decisiones y clasificar realidades. Es una herramienta muy útil para
determinar si es necesario retroalimentar o que tanto tus alumnos aprendieron,
mas no calificar de manera injusta.
A
esto se refiere la lectura de Patología general de la Evaluación educativa,
como es que afecta la evaluación a todas y cada una de sus vertientes: porque se evalúa (y para qué), quién
evalúa, cómo se evalúa, para quién se evalúa, cuándo, qué se, a quién, con quiénes
etc.
Desarrollo:
Si
buscamos las patologías de la evaluación
nos encontraremos con un sinfín de opiniones diferentes sobre esta
enfermedad LA EVALUACION, la lectura menciona que no solo al alumno se debe
evaluar, es importante evaluar todas las habilidades que el posee y de la misma
manera al propio docente.
Con
los resultados que obtenemos a la aplicación de la evaluación nos damos cuenta quien si aprendió y quien no aprendió, pero
no solo eso nos enfrentamos a las consecuencias de evaluar, los resultados
arrojan calificaciones satisfactorias y otras
son suficientes, cuando el alumno ve sus resultados pueden llegar a
sentirse más que los otros o bien para el próximos examen sentirse improperados
porque siempre obtiene calificación muy bajas.
Los
docentes siempre evalúan los conocimientos y se olvidan de evaluar los procesos
de enseñanza-aprendizaje, dejando a un lado las competencias. Pero es
importante que el docente obtenga las clases con propósitos para de esas mismas
clases poder evaluar, un alumno no se puede aprender en el vacío.
Como
resultado de lo anterior, la evaluación ha transformado el debate educativo
desde ser un problema conceptual hacia transformase en un problema técnico y de
control, al otorgarle el simple sentido de comparar respuestas según correspondan
o no a lo transmitido por el profesor o el texto (Litwin, 2005; Díaz Barriga,
1993).
Ante
esto los docentes opinan que evaluar es un arte pero a la vez una ciencia,
puede llegar a obtener buenos resultados si tu como docente eres capaz de
lograrlos pero de igual manera debe ser justo al calificar y ver que el alumno
no cumple con las mismas condiciones que los alumno que viven, comen, realizan
ejercicio o actividades con su familia.
De
acuerdo con los planteamientos actuales, la evaluación constituye un proceso formativo
complejo y continuo que acompaña el desarrollo continuo de la actividad de enseñanza.
Se asocia fundamentalmente a la emisión de un juicio de valor acerca de una
situación escolar determinada y se define como «una práctica intencionada que realiza
un sujeto con el propósito de indagar, conocer y comprender un objeto determinado
(prácticas, sujetos, objetos) a partir de la formación de un juicio de valor»
(Mancovsky, 2007: 6).
Con
el párrafo siguiente nos queda claro que la evaluación no solo nos da un
resultado que para el alumno lo debe de acomplejar o sentirse superior, es
importante darle a conocer al alumno lo importante que es una evaluación,
concientizarlo y más que nada que busque
su método de estudiar.
Volvemos
a caer en el conductismo con solo calificar los resultados observables o bien
resultados negativos, y no debe de ser así, las habilidades, actitudes y
valores quedan en el olvido.
La
falta de conocimientos de formas de evaluar hacer que los docentes utilicen
instrumentos inadecuados para su evaluación, como lo mencione desde un
principio el conocimiento que el mismo docente no le encuentra un sentido hace
que los alumnos menos interés o menos importancia le encuentre. El docente
evalúa como último el calificaciones finales, trabajos finales, proyectos
finales para rescatar un poco más de conocimientos y recuperando lo visto
durante todo el curso, pero en muchas ocasiones nos encontramos con alumnos que
realizan trabajos copiados, pirateados, o bien en equipo algunos alumnos no
intervinieron para realizar el trabajo. Y es uno de los problemas que
actualmente los alumno tiene, la manera tan injusta de evaluar y por parte de
los docentes la manera tan superficial de hacerlo.
Conclusión:
Desde
mi punto de vista, la evaluación está referida a la verificación del logro de
objetivos de aprendizaje a partir de mediciones realizadas por instrumentos que
permiten verificar la expresión del aprendizaje o comportamiento observable de los
estudiantes, constatación que es considerada como evidencia suficiente para certificar
la adquisición de determinados conocimientos, habilidades o actitudes. Así concebida,
constituye un mecanismo para comparar los resultados con los objetivos predeterminados,
los que normalmente se limitan a aquellos que pueden ser más fácilmente
comprobados de manera empírica.
A
pesar de las virtudes manifiestas de este modo de evaluar, resulta más fácil
lograr cambios en los planteamientos didácticos que en la evaluación, en la que
confluyen temores, rutinas, inercias y creencias implícitas que difícilmente
afloran, más allá de lo que se transluce en la propia prueba. Las formas y las
condiciones en las que evaluamos a los estudiantes, las cuestiones que
destacamos, las actividades que proponemos es trabajo de todos lo que conforman
un núcleo educativo: padres, alumnos, maestros, directivos y sociedad.
Por
ello, desarrollar la competencia para evaluar de forma más consciente y
coherente con nuestra práctica pedagógica, es una buena manera de propiciar
cambios duraderos en el quehacer educativo.
Referencia
bibliográfica.
ü SERGIO TOBON. (2008). Matrices
de la evaluación educativa en las competencias. Colombia: CIFE. Pp. 27.
ü MIGUEL ANGEL SANTOS. (1988).
maneras de evaluar. En Pedagogía de la evaluación. España: Universidad de
Magala. PP. (3-17)
ü Marcia Prieto P. (2010).
Educativa por Competencias. Creencias de los profesores sobre la evaluación y
efectos incidentales, V, 15.